Saturday, September 20, 2008

Hasta el amanecer

Finalmente hice un comercial que me gustó. Esto es, después de mucho, el trabajo volvió a darme esa satisfacción que sólo el trabajo da y que no es parecida a ninguna otra. "No hay satisfacción igual" decía mi amiga la guionista, sobre el acto de escribir, de trabajar, de terminar las cosas.

Así que con mi comercial avazado -está en postproducción- y buenos augurios sobre el resultado final, me fui a celebrarlo.

De noche: gente, alcohol, música, la posibilidad de una mujer.

En medio de la multitud, ya de madrugada, encontré entre la gente a un viejo amigo, un gerente de produción que a pesar de estar casado no ha dejado el mundo nocturno de la fiesta, de la música y la celebración perene. Le conté de mi éxito.

"Si eso te hace feliz -me increpó- "Si eso te hace feliz, a toda madre. Si no, busca y haz lo que te haga feliz, porque la vida es un segundo, carnal. Un segundo". Me lo dijo así, sin pensarlo, de un tirón, con toda la despreocupación posible pero completamente en serio, mientras seguía bailando.

Me quedé helado, por un momento. No cabe duda que lo más cursi es siempre lo más cierto.

Seguí bebiendo: esa noche la viví hasta el amanecer, y recibí el día desnudo y en compañía.

Un segundo. Un segundo.

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