Friday, March 18, 2011

Los amigos, las citas, y el tiempo libre.

Poco a poco mis amigos fueron teniendo hijos y cada vez me fue más difícil verlos.

Su ocupada vida de padres me impedía aparecerme por ahí, sin anunciar,interrumpiendo sus loables labores de padres.

Ahora veo que quizás no fue por sus hijos.

Llega un momento en la vida en que uno quiere tratar con menos personas durante más tiempo.

Llega un momento en que las apariciones súbitas de otros, por más que sean irremediablemente queridos, causa, además de gusto, escozor incómodo al imaginar la serie favorita siendo aplazada hasta el día siguiente; la cena tranquila siendo amenazada por una noche de tequila, la siesta convertida en sobremesa, la esclavitud del cariño.

Yo me declaro inepto; nunca he sabido balancear el tiempo y la cantidad de afecto y disponibilidad para mis amores, mis amigos, y mi familia. Será por eso que ya no tengo sino lo primero, y a mis amigos los veo ya muy de cuando en vez; cuando se dan las cosas y si no es que están atendiendo a sus hijos.