Friday, June 26, 2009

12:00 am, 3 cervezas y un piano.

Hoy toqué el piano hasta tener los dedos calientes, verdaderamente calientes, toqué con este nuevo entendimiento de la música, como si le conociera algún secreto, como si la supiera leer de más profundo. Toqué y no puedo creer que a pesar de mi descrédito estoy cerca, cada vez más cerca, como si el mundo me quisiera demostrar que sí sirve el esfuerzo, y el oído me agradece que cada vez se parece más a Pogorelich y a Chopin, su preludio 4 opus 28 en mi menor; de algo han servido los seis meses de tocar lo mismo.

Qué bien se siente el poder algo, aunque sea poco. Qué bien se siente que ese poco me sorprenda, vaya contra mi descrédito, y sea suficiente.


Así vine aquí a escribir hoy: solo, y con los dedos calientes.

Tuesday, June 23, 2009