Sunday, May 29, 2011

Quién cyber-soy?

No logro construir mi personaje, my cyber yo.

He intentado ser un semi amargo semi irónico que dice cosas rudas de forma chistosa.

Pero no soy realmente ese, o no me atrevo a serlo mucho, cuando estoy feliz y estoy en pareja.

He intentado se un optimista ecologista egoista. El gato se ha encargado de machacar mis intentos a base de sus cacas en mis macetas. En ello se va el optimismo. Y al egoísta no me gusta exhibirlo demasiado, aunque siempre esté;

En facebook intento ser interesante, lo cual es aburridísimo.

En twitter, decir máximas inolvidables, lo cual es, según voy entendiendo, esencialmente antitwitter. Como en todo, construyo a partir de contradicciones insalvables.

No me gusta formar parte del juego en que en Facebook todos somos felices. Me gustaría hacer un álbum de los momentos de tristeza y agobio o enojo, de pasmo y estupor o de nada. Porque nadie lo hace. Porque me gustaría ser diferente a todos, ser único, distinguible, útil, recordable.

No me he atrevido (en esos momentos, quién toma fotos?) y mi personalidad difuminada en personajes diversos según la página tampoco me ha funcionado.

Voy a tratar de ser yo más seguido, en más formas y en más lugares.

Y que el personaje se construya solo.

Igual no existe.

Preso de los Domingos

Otro domingo.

Recuerdo cuando los domingos, de noche, bloggeaba. Si era un buen domingo, eso hacía. Tendría algo qué decir, y venía y lo decía. Así empezaba mi semana, o terminaba.

Cada vez tengo menos qué decir, y mucho menos, una forma interesante de decirlo. Cada vez llega más rápido el domingo y me encuentra cansado, decidido a hacer lo necesario para recuperar mis fuerzas y mi ánimo. Esto generalmente es no hacer nada.

Me encantan los domingos. Me encanta no hacer nada. Es a veces como una misión, como una "tarea" -mi amada dice que todo lo hago como si fuera una "tarea"- Descansar, ante todo; descansar de todo, no mover ni un dedo, dedicarme únicamente al gozo y la contemplación.

A veces cocino. A veces cuido de mi huerto malherido. A veces, muy a veces escribo algo.

Pero generalmente tomo el domingo para resetear la máquina, como un cualquiera.

Luego vivo mi semana, también como cualquiera, ocupando todo el tiempo en las cosas necesarias, y muchas de las cosas deseadas las relego o pospongo para "el fin de semana".

Pero el fin de semana estoy cansado y hago, como ya he dicho, casi nada.

Y así vuelve a empezar.

No me estoy quejando, no estoy diciendo que sea infeliz. !Al contrario!

Lo disfruto muchísimo.

Disfruto cocinar, pasear (inclusive si es cerca de casa, caminando, sin meta ni "tarea" escrita); no contestar el teléfono, no tener que salir a cierta hora, desayunar con toda calma la enorme variedad de cosas que me gusta desayunar.

Estar con mi mujer y mis animales.

Leer.

Y esperar.

Wednesday, May 4, 2011

Los Stabat Mater y yo.

Me gusta mucho la música antigua. Y especialmente los Stabat Mater, esas piezas que se refieren al "Stabat Mater Dolorosa", cuando María está al pie de la cruz frente a su hijo crucificado, más que probablemente hecha pedazos, inmóvil, doliente, y pasmada.

Colecciono Stabat Maters: de Pergolesi, de Vivaldi, de Steffani.

Son de una belleza triste, y de una tristeza calma. Me parecen absolutamente contemplativos: Ante el hijo muerto en la cruz no hay nada más que hacer, no hay para dónde moverse, no se puede ni gritar ni violentar, casi ni siquiera sufrir. Es demasiado.

Me pregunto si tiene algo que ver con mi personalidad, si mi forma del ver el mundo está permeada de esa tragedia que pasma. Sé que la inercia es mi Señora, que me es en extremo difícil empezarme a mover, y en ocasiones doloroso el dejar de hacerlo.

Me gustan los Stabat Mater pues me dan paz en la tristeza. Aunque no la comprenda, aunque sea más grande que yo.