Monday, September 15, 2008

A punto de turrón

Estoy apunto de comprender algo importante.

Estoy a punto de estar aquí. O es más: estoy aquí.

Por vez primera, quizás. O, mejor aún, como si fuera por vez primera, sin serlo.

Yo oscilo. Me muevo entre mundos que me atraen en direcciones opuestas; escucho todas las voces. Y sin embargo estoy, soy el que está. No soy otro, y está bien.

Así confundido, o más bien, oscilante.

De tanto en tanto me vuelvo encontrar. Cuando estoy solo, cuando me escucho, cuando me contemplo del todo con mis ojos y no a través de otros. Cuando bailo conmigo mismo, así sea permeando mi baile con el baile de las que han estado conmigo.

Cuando me dejo de preguntar si importa, cuando dejo de hacer caso al simple razonamiento de que nada tiene sentido.

Más. Más. Más.

Esto es. Y está bien. Y quiero más, y tendré más.

Este blog, hijo de mi confusión. Hijo de mi oscilación: a ratos quiero que sea un diario íntimo, a veces una obra de arte. No lo dejo ser ni uno ni otro: a partir de ahora, opto por lo primero. Por si a alguien le interesa. Por si alguien le divierte. Pero no para ser correcto. No para pensar qué pensarán. No para verme con sus ojos. En todo caso, para que me vean a través de los míos, si es que les divierte, porque a mí sí.

Lo más importante del mundo no son las faltas de ortografía. Bailar salsa es para lo único que se necesitan dos.

Lo más importante del amor no son las voces en el cerebro. Ni siquiera las imágenes, en el cerebro. Lo más importante del amor es el presente. Lo más importante de mi vida, es ahora, el presente. Lo más cursi es lo más cierto, y es verdad que los fracasos son magníficas oportunidades para aprender. Aprendo un chingo.

Removí mi casa, tiré las viejas cosas. Las que pude. Me quedo con lo que me gusta. Oigo lo que me gusta. Esa ha sido siempre mi relación más profunda: la que tengo con la música que oigo. Sea.


¡Viva México, Cabrones!

No comments: